Generosidad, inteligencia y sacrificio personal. "Cuchu", un apodo dado por una estrella de la televisión argentina en su infancia que luego sería adoptado por los aficionados nerazzurri en todo el mundo, dejó su huella gracias a la pasión y el amor por el Inter como pocos. Parecía hacer todo en nuestro mediocampo: pasar, ayudar, anotar y ciertamente dificultar la vida de nuestros rivales.
El cerebro y el alma de nuestro equipo ganador del Triplete, llegó al Inter en 2004, y luego levantó 15 trofeos en el transcurso de sus diez años con nuestros colores, todo mientras jugaba 430 partidos con el club. Llevó al Inter a la cima, parte integral del buen juego del equipo y un nombre frecuente en el marcador con 51 anotaciones, algunas de las cuales fueron simplemente sublimes, como su volea en la final de la Coppa Italia 2006, y otras de las cuales fueron de vital importancia, como la conseguida en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League 2009/10 para vencer a Petr Cech del Chelsea.
Una presencia constante, no solo frente a la portería, sino también en apoyo de sus compañeros de equipo, brindando equilibrio al equipo y fluidez en el juego del Inter. Cambiasso dejó su huella en los corazones de todos los seguidores nerazzurri, así como de los jugadores con quienes compartió el campo, que siempre buscaron a nuestro argentino como punto de referencia. Nunca excesivo, pero siempre fundamental gracias a su inteligencia futbolística y su habilidad para leer el juego en un instante.
Sus celebraciones capturaron el orgullo con el que lució nuestros colores, colores en los que sufrió, luchó y se regocijó, con su dedicación constante en todo momento al equipo, a nuestros aficionados y a la historia del club. El deleite puro en la celebración de la Champions League 2010, con la camiseta número 3 de Giacinto Facchetti en la espalda, sigue siendo una de las imágenes más memorables de su tiempo en el Inter para todos los hinchas del club en todo el mundo.